La hija de un
granjero llevaba un recipiente lleno de leche a vender al pueblo, y empezó a
hacer planes futuros:
- Cuando venda esta
leche, compraré trescientos huevos. Los huevos, descartando los que no nazcan,
me darán al menos doscientos pollos.
Los pollos estarán
listos para mercadearlos cuando los precios de ellos estén en lo más alto, de
modo que para fin de año tendré suficiente dinero para comprarme el mejor
vestido para asistir a las fiestas.
Cuando esté en el
baile todos los muchachos me pretenderán, y yo los valoraré uno a uno.
Pero en ese momento
tropezó con una piedra, cayendo junto con la vasija de leche al suelo, regando
su contenido.
Y así todos sus
planes acabaron en un instante.
Moraleja:
No seas ambiciosa de
mejor y más próspera fortuna,
que vivirás ansiosa
sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles
impaciente el bien futuro,
mira que ni el
presente está seguro.
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